domingo, 7 de enero de 2018

Música en "La gatomaquia" de Lope de Vega.






Música en "La gatomaquia"


de Lope de Vega



Dos músicos traían instrumentos,
a cuyo son y acentos
cantaban dulcemente;
y así, llegando del balcón enfrente
de Zapaquilda bella,
cantaron un romance, que por ella compuso Micifuf, poeta al uso,
que él tampoco entendió lo que compuso.
Mas, puesta a la ventana
con serenero de su propia lana,
hasta que Bufalía
le trujo un rocadero
que por más gravedad y fantasía
sirvió de capirote y serenero,
y en medio de lo grave
del romance suave
les dijo con despejo, pareciéndole versos a lo viejo,
que jácara cantasen picaresca; y así, cantaron la más nueva y fresca,
que, para que lo heroico y grave olviden,
hasta las gatas jácaras les piden:
¡tanto el mundo decrépito delira!
Aquí se resolvió la dulce lira,
y en dos lascivos ayes,
andolas, guirigayes
y otras tales bajezas,
cantaron, pues, las bárbaras proezas
y hazañas de rufianes,
que éstos son los valientes capitanes
que celebran poetas
de aquellos que, en extremas
necesidades, viven arrojados
al vulgo, como perros a leones;
que la virtud y estudios, mal premiados,
mueren por hospitales y mesones;
¡Verdes laureles de Virgilios y Enios,
perecer la virtud y los ingenios
!Mas ¿quién le mete a un nombre licenciado
más que en hablar de sólo su tejado?
Silva III pag. 36


Jácaras (Anónimo) "No hay que decirle el primor" Orphénica Lyra
Jácara: romance festivo, con frecuencia desvergonzado y picante.<<n.280>>
Andolas y guirigayes: otros dos bailes de época, a cuyos sones se cantaban estos romances vulgares cuyos protagonistas eran mujerzuelas y rufianes. <<n.284>>




Ocupadas las sillas y el estrado,
salió Trebejos, gato remendado,
y sacando a la bellaGatiparda,
comenzaron los dos una gallarda,
como en París pudiera Melisendra;
y luego, con dos cáscaras de almendra
atadas en los dedos, resonando
el eco dulce y blando,
bailaron la chacona
Trapillos y Maimona,
cogiendo el delantal con las dosmanos,
si bien murmuración de gatos canos.

Silva V pg.55




La Gallarda -
Video Exposición Ambar Piza
Gallarda: Danza muy española y entonada. Según Covarrubias, su nombre procede del cantarcillo: «Dama gallarda ─ mata colón ─ mucho te quiere ─ el Emperador». <<n. 600>>



Chacona: Un sarao de la chacona, también conocida como Chacona a la vida bona, de Juan Arañés
Interpretada por los miembros de la Sinfonía de Nueva York, la nueva orquesta de instrumentos de época de Nueva York, y por los bailarines Patricia Beaman y Carlos Fittante. Arreglo de Grant Herreid de Ex Umbris y coreografía de Patricia Beaman y Carlos Fittante.

Chacona: Popularísimo y muy criticado baile, cuya boga duró a través de los siglos XVI y XVII. Las letras para la chacona son abundantísimas: «El baile de la chacona ─ encierra a vita bona». «Agora que la guitarra ─ me sirve de voz sonora, ─ y de lengua con que pueda ─ cantaros aquesta historia; ─ antes que os de cuenta larga, ─ sumada en palabras pocas, ─ de la tierra que pisáis, ─ de la gente y de sus cosas, ─ sabed que los de esta isla ─ no podemos decir cosa ─ sin la guitarra, cantando, ─ a este son y desta forma: ─ Esta tierra, amigos mios, ─ es la isla de Chacona, ─ por otro nombre Cucaña, que entrambos nombres se nombra». Esta isla no es otra que una primitiva Jauja. La chacona rivalizaba, en el favor público, con la zarabanda, y ambas se bailaban al final y entre acto y acto de las comedias. Parece haber sido danza de negros y mulatos, muy lasciva. <<n.602>>




FÉLIX LOPE DE VEGA Y CARPIO, Madrid (1562-1635), fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y, por la extensión de su obra, uno de los más prolíficos autores de la literatura universal.
A los doce años había ya pasado los cursos de Humanidades, en los que había brillado; y a la vez, como de padres de buena alcurnia, tenía la más mundana educación y conocía a maravilla la danza, la música y la esgrima. Se vio huérfano por lo que se acogió a la hospitalidad de don Jerónimo Manrique, obispo de Ávila, y aun después trabajó en casa del duque de Alba, a quien sirvió de secretario durante algún tiempo.
Dos veces contrajo matrimonio, y dos veces enviudó, por lo cual, al ocurrir este último triste suceso, tomó hábitos religiosos y se inscribió en la Congregación de sacerdotes naturales de Madrid.
Hasta aquel entonces su vida había sido algo accidentada, pues vivía de lo que le daban sus comedias y otros escritos; con el estado eclesiástico, otras rentas venían a sumarse a las que le producían sus obras, y pudo llevar una vida sosegada y tranquila, en la cual podía producir mejor. Entonces fue cuando comenzó a gozar de una gran popularidad.
El número de sus comedias, según varios de sus contemporáneos, alcanzó al de dos mil; claro esta que las hoy conocidas son en mucho menor número, pero de todas maneras bastantes para sentar la fama de fecundo de que ha gozado. Caben destacar: Fuente Ovejuna, Rimas, El Perro del Hortelano, La Hermosura de Angélica, La Jerusalén conquistada, Peribañez y el Comendador de Ocaña, Los Pastores de Belén, La Dama Boba, El Caballero de Olmedo y La Dorotea.
Extraído del libro
La gatomaquia - Lope de Vega, 1634
Editor digital: Titivillus







































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