domingo, 21 de enero de 2018

Música en Crimen y castigo de Fiódor Dostoyevski









De pronto se oye gran algazara en la taberna, de donde se ve salir, entre cantos y gritos, un grupo de corpulentos mujiks embriagados, luciendo camisas rojas y azules, con la balalaika en la mano y la casaca colgada descuidadamente en el hombro.
pag. 60





Alejandro Romero Medina               Balalaika, mix - Música folclórica Rusa - Trio Barynya.
Con la maestra de la balalaika. Elina Karokhina.



─Esa es la cuestión principal. No cabe duda de que el asesino estaba en el piso y había echado el cerrojo. Seguro que lo habrían atrapado si Koch no hubiese cometido la tontería de abandonar la guardia para bajar en busca de su amigo. El asesino aprovechó ese momento para deslizarse por la escalera y escapar ante sus mismas narices. Koch está aterrado; no cesa de santiguarse y decir que si se hubiese quedado junto a la puerta del piso, el asesino se habría arrojado sobre él y le habría abierto la cabeza de un hachazo. Va a hacer cantar un Tedeum...
─¿Y nadie ha visto al asesino?
─¿Como quiere usted que lo vieran? ─dijo el secretario, que desde su puesto estaba atento a la conversación─. Esa casa es un arca de Noé.
pag. 109




Eduardo SV     Te Deum | Canto Gregoriano






─¿Le gustan las canciones callejeras? ─preguntó de súbito Raskolnikof a un transeúnte de cierta edad que había escuchado a los músicos ambulantes y tenia aspecto de paseante desocupado.
pag. 160





muuha14       El grupo folclórico "Cosaco ruso" toca canciones populares rusas "Korobushka" y "Kamarinskaya" en GARMOSHKA





               ─Pero ¿para qué la quiero yo?
─Te aseguro que no te ocasionará ninguna molestia. Lo único que tienes que hacer es hablarle, sea lo que sea: te sientas a su lado y hablas. Como eres médico, puedes empezar por curarla de una enfermedad cualquiera. Te juro que no te arrepentirás... Esa mujer tiene un clavicordio. Yo sé un poco de música y conozco esa cancioncilla rusa que dice «Derramo lágrimas amargas». Ella adora las canciones sentimentales. Así empezó la cosa. Tú eres un maestro del teclado, un Rubinstein. Te aseguro que no te arrepentirás.
pag. 210





Kevin McGlynn
Anton Rubinstein (1829-1894) - Romance en Mi bemol mayor, Op.44 No.1. Natalya Lundtvedt, piano
  En la lectura podría venírsenos a la cabeza el gran pianista polaco Arthur Rubinstein
(1887-1982). Fiódor Dostoyevski vivió entre 1821 y 1881.





                ─Yo le dije: «¡Excelencia...!» ─exclamó deteniéndose
después de cada palabra para tomar aliento─. ¡Esa Amalia
Ludwigovna...! ¡Lena, Kolia, las manos en las caderas...!
Vivacidad, mucha vivacidad... Ligereza y elegancia... Un poco de
taconeo... ¡A ver si lo hacéis con gracia...!
»Du Hast Diamanten and Perlen. »¿Qué viene después...? ¡Ah, sí! »Du hast die schonsten Augen... Madchen, was willst du meher?
»¡Qué falso es esto! Was willst du meher...? Bueno, ¿qué más dijo el muy imbécil...? Ya, ya recuerdo lo que sigue...
»En los medios días ardientes de los llanos del Daghestan...
»¡Ah, cómo me gustaba, como encantaba esta romanza, Poletchka! Me la cantaba tu padre antes de casarnos... !Qué tiempos aquellos...! Esto es lo que debemos cantar... Pero ¿qué viene después...? Lo he olvidado... Ayúdame a recordar...






Robert Ostermeyer
Gustav Schönwald - Du hast Diamanten und Perlen










No hay comentarios:

Publicar un comentario