De pronto se oye gran algazara en la taberna, de donde se
ve salir, entre cantos y gritos, un grupo de corpulentos mujiks
embriagados, luciendo camisas rojas y azules, con la balalaika
en la mano y la casaca colgada descuidadamente en el
hombro.
pag. 60
Alejandro Romero Medina Balalaika, mix - Música folclórica Rusa - Trio Barynya.
Con la maestra de la balalaika. Elina Karokhina.
─Esa es la cuestión principal. No cabe duda de que el
asesino estaba en el piso y había echado el cerrojo. Seguro que
lo habrían atrapado si Koch no hubiese cometido la tontería de
abandonar la guardia para bajar en busca de su amigo. El
asesino aprovechó ese momento para deslizarse por la escalera
y escapar ante sus mismas narices. Koch está aterrado; no cesa
de santiguarse y decir que si se hubiese quedado junto a la
puerta del piso, el asesino se habría arrojado sobre él y le
habría abierto la cabeza de un hachazo. Va a hacer cantar un
Tedeum...
─¿Y nadie ha visto al asesino?
─¿Como quiere usted que lo vieran? ─dijo el secretario, que
desde su puesto estaba atento a la conversación─. Esa casa es
un arca de Noé.
pag. 109
Eduardo SV Te Deum | Canto Gregoriano
─¿Le gustan las canciones callejeras? ─preguntó de súbito
Raskolnikof a un transeúnte de cierta edad que había
escuchado a los músicos ambulantes y tenia aspecto de
paseante desocupado.
pag. 160
muuha14 El grupo folclórico "Cosaco ruso" toca canciones populares rusas "Korobushka" y "Kamarinskaya" en GARMOSHKA
─Pero ¿para qué la quiero yo?
─Te aseguro que no te ocasionará ninguna molestia. Lo
único que tienes que hacer es hablarle, sea lo que sea: te
sientas a su lado y hablas. Como eres médico, puedes empezar
por curarla de una enfermedad cualquiera. Te juro que no te
arrepentirás... Esa mujer tiene un clavicordio. Yo sé un poco de
música y conozco esa cancioncilla rusa que dice «Derramo
lágrimas amargas». Ella adora las canciones sentimentales. Así
empezó la cosa. Tú eres un maestro del teclado, un Rubinstein.
Te aseguro que no te arrepentirás.
pag. 210
Kevin McGlynn
Anton Rubinstein (1829-1894) - Romance en Mi bemol mayor, Op.44 No.1. Natalya Lundtvedt, piano
En la lectura podría venírsenos a la cabeza el gran pianista polaco Arthur Rubinstein
(1887-1982). Fiódor Dostoyevski vivió entre 1821 y 1881.En la lectura podría venírsenos a la cabeza el gran pianista polaco Arthur Rubinstein
─Yo le dije: «¡Excelencia...!» ─exclamó deteniéndose
después de cada palabra para tomar aliento─. ¡Esa Amalia
Ludwigovna...! ¡Lena, Kolia, las manos en las caderas...!
Vivacidad, mucha vivacidad... Ligereza y elegancia... Un poco de
taconeo... ¡A ver si lo hacéis con gracia...!
»Du Hast Diamanten and Perlen. »¿Qué viene después...?
¡Ah, sí! »Du hast die schonsten Augen... Madchen, was willst du
meher?
»¡Qué falso es esto! Was willst du meher...? Bueno, ¿qué más
dijo el muy imbécil...? Ya, ya recuerdo lo que sigue...
»En los medios días ardientes de los llanos del Daghestan...
»¡Ah, cómo me gustaba, como encantaba esta romanza,
Poletchka! Me la cantaba tu padre antes de casarnos... !Qué
tiempos aquellos...! Esto es lo que debemos cantar... Pero ¿qué
viene después...? Lo he olvidado... Ayúdame a recordar...
Robert Ostermeyer
Gustav Schönwald - Du hast Diamanten und Perlen
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