miércoles, 3 de junio de 2020

Música en "La espuma" de Armando Palacio Valdés










 En "La espuma" se describen las formas y maneras en que viven las clases sociales más altas del Madrid de finales del siglo XIX. El título es una metáfora de esa sociedad.





«...–¿No es verdad que ha estado muy bien Gayarre? –dijo Clementina.
–¡Admirable! como siempre –respondió su cuñada.
–Yo le encuentro falto de maneras –expresó el general.
–¡Oh, no, general! Permítame usted... Y se empeñó una discusión sobre si el famoso tenor poseía o no poseía el arte escénico, si era o no elegante en su vestir. Las señoras se pusieron de su parte. Los caballeros le fueron adversos...»

                                            Del capítulo I Presentación de la farándula




El tenor español Julián Gayarre (Roncal, Navarra, 9 de enero de 1844-Madrid, 2 de enero de 1890)     





«..."Voy a ver a mamá –se dijo,–. La pobre hace ya días que no pasa un rato conmigo."
Y emprendió la marcha hacia el paseo de Luchana.
Se puso de un humor excelente.
Un piano mecánico tocaba el brindis de (Lucrecia) por allí cerca y se paró a escucharlo, ¡ella que se aburría en el Real oyéndolo a las más famosas contraltos! Pero la música es una voz del cielo y sólo se comprende bien cuando el cielo ha penetrado ya un poco en nuestro corazón...»

                                                     Del capítulo VII Comida y tresillo en casa de Osorio



 Il segreto per esser felici brindis de Lucrezia Borgia de Donizetti






  «... La marquesa de Ujo preguntó al mejicano, marido de Lola, si en su país había manzanillos.

   Ballesteros, que así se llamaba, replicó que no, pero que había visto muchos en el Brasil.
   La marquesa se informó con viva curiosidad de las particularidades del árbol; pero quedó sumamente disgustada cuando el mejicano le dijo que la sombra no mataba y que sólo su fruto desprendía un agua corrosiva.

   –¿De modo que durmiendo debajo de él no se muere?

   –Señora, yo no he dormido ¿Sabe?; pero he almorsado con varios amigo debaho de uno y no nos ha pasao ná.

   –Entonces, ¿Cómo se suicida Sélika en (La Africana) acostándose a la sombra de ese árbol?...»

                                                            Del capítulo VII Comida y tresillo en casa de Osorio




  La africana es una ópera con música de Giacomo Meyerbeer  y libreto de Eugène Scribe. En la obra, que es ficticia, cuando el personaje histórico Vasco de Gama regresa a Europa junto a Ines, Sélika se suicida, junto con Nélusko, inhalando el perfume de unas flores venenosas.




 «...Amparo desdeñó el (consommé); pero cuando trajeron unos filetes de (boeuf macédoine) se colmó de tal modo el plato que los amigos comenzaron a darse de codo y a reír.

–¡Ah! ¿Vosotros pensáis que soy una niña tísica de las que cantan (La Stella confidente)? ¡Ya veréis, ya! Rafael sacó la conversación del duque de Requena, pero la Amparo cortó las bromas.

–Vamos, dejadle en paz.

Ya que paga, que se divierta el pobre como pueda...»

Del capítulo VIII Cena en fornos



 Alla stella confidente es una romanza con letra de V. Minuti y música de Vincenzo Robaudi.
Dedicatoria: "Alla esimia dilettante Contessa Carolina Pepoli -Tattini"



 
«...Hubo gran agitación, de pronto, en los salones.

Llegaban las personas reales.

La muchedumbre se agolpó en las inmediaciones de la puerta.

El duque, la duquesa, Clementina y Osorio bajaron la escalinata del jardín para recibirlas.

La orquesta tocó la Marcha Real.

Los soberanos pasaron lentamente, sonriendo, por entre las apretadas filas de los invitados, deteniéndose cuando veían alguna persona de su conocimiento para dirigirle una palabra afectuosa.

Esta se inclinaba profundamente y les besaba la mano con emoción, que se traslucía en la cara.

Particularmente las señoras se humillaban con un deleite que no eran poderosas a disimular, con un sentimiento de ternura y adoración que las ponía rojas.

Organizóse poco después el rigodón de honor...»

Del capítulo XI Baile en el palacio de Requena


Marcha Real es una de las denominaciones del himno nacional de España.
El rigodón de honor fue llevado por España a Filipinas donde está muy arraigado.






«...Y si por casualidad hubiese entre ellos algún librepensador ¡qué confusión y vergüenza se apoderarían de su ánimo al ver que el Señor tenía de su lado a lo más distinguido y elegante de la (high life) madrileña! Terminado el Rosario, dos de las más espirituales tertulianas subieron a la pequeña tribuna acompañadas de un salvaje barítono y de otro que tecleaba el piano y cantaron uno de los más preciosos números del (Stabat Mater) de Rosini.
Al escucharles todas aquellas almas místicas sintieron la nostalgia del teatro Real, de la Tosti y de Gayarre...»
   
Del capítulo XII  Matinée religiosa





«...En su consecuencia, las niñas que se acercaron al piano abstuviéronse de cantar el vals de (La Bujía Elegante).

Sus gargantas piadosas no modularon más que el (Ave María) de Schubert, la de Gounod y otras piezas donde se exhala el amor divino...»

Del capítulo XIII Viaje a Riosa


 El Vals de la bujía pertenece a Luces y sombras de Chueca y Valverde, 
Esta es su primer copla:
De las luces,
soy la que tiene más chic;
soy la bujía elegante
tan apreciada en Madrid.


 Ave María de Schubert                                           Ave María de Gounod






Los últimos que ascendieron oyeron poco después de comenzar la ascensión un canto lejano que rápidamente se fué aproximando, sonó muy cerca de ellos como si cantaran a su lado y rápidamente también se alejó perdiéndose allá en el fondo sin que hubiesen visto a nadie.
Fué de un efecto fantástico.
Lo que oyeron era una playera andaluza cuya letra decía: Río arriba, río arriba, nunca el agua subirá; que en el mundo, río abajo, río abajo todo va.
Un ingeniero manifestó con indiferencia:
–Es una cuadrilla de mineros que baja en la jaula que sirve de contrapeso a ésta.
–¡Lo ve usted, condesa! –exclamó Salabert en tono triunfal dirigiéndose a la condesa de la Cebal–. Cuando tienen humor para cantar, no serán tan desgraciados como usted supone.