La Reina de Saba se llamaba en realidad Kurt Brauner y era el director
del instituto. Lo habían apodado así porque solía ponerse joyas de oro hasta
el límite de lo soportable. Por las mañanas, la Reina generalmente tenía más
sueño que un perro porque le gustaba pasar las noches en el hotel Timp, donde,
según los rumores, se presentaba como la reencarnación de la famosa actriz
y cantante Zarah Leander, lo que hasta el momento no se había podido
demostrar. Por lo demás, era una eminencia en el terreno de la patología
forense y, por tanto, estaba fuera de toda sospecha de miras estrechas. —¿Y bien? —preguntó Cüpper. —Un corte maravilloso —dijo la Reina con ensoñación—. Tú me traes los
casos más bonitos, Cüpper. Podría darte un abrazo. —Ni se te ocurra; tengo espinas por todo el cuerpo. ¿Crees que murió por
eso? Es decir, dejando de lado que no sobrevivió al corte. —Oh, sí. Le dieron un buen corte a la pobrecilla. Por lo demás, no hay heridas,
tranquilizantes ni drogas o similares. Sólo un poco de alcohol. No le queda
mucha sangre que podamos examinar. Ahora que recuerdo, ¿preparaste ese
pato del que me hablaste? —Por desgracia, no. Todavía no he encontrado a nadie que lo estrangule para
mí. —Sí, la gente simplemente echa mano del cuchillo. Recuérdame que te dé
una receta de albóndigas al parmesano; sencillamente exquisitas. Se deshacen
en la boca como si fueran nubéculas. Por lo demás, poco antes de morir echó
un polvo. —¿Cuándo aproximadamente? —En algún momento. A lo largo de la noche o de la tarde, quizá antes. Es
difícil de determinar. —¿Esperma? —Muy poco. Bueno, podría mandar hacer un perfil genético; para eso llega.
Pero ya sabes que hacen falta permisos y solicitudes, y ¿de qué te sirve si no
conoces al tipo? —Lo cierto es que ese día tuvo visita —concluyó Rabenhorst—. Y el que
se acostó con ella podría haberla matado también. —¡Qué perspicacia! —exclamó la Reina—. Entonces lo encontraréis en
seguida. Rasgo distintivo: una polla. —¡Pero bueno! —se acaloró Rabenhorst—. ¿Por qué no ha podido acostarse
con su asesino? —Es cierto, tesoro. ¡Porno duro! Rabenhorst paseó la mirada de Brauner al cadáver y deseó estar muy lejos
de allí.
PRIMER DÍA INSTITUTO FORENSE pgs 44-45/195
zarahlilawen
zarah leander davon geht die welt nicht unter
Cüpper atravesó Neumarkt en dirección a Rudolfplatz. Los limpiaparabrisas
de los coches que venían de frente lo saludaban con amabilidad y convertían
a los conductores en siluetas emborronadas. El comisario encendió la radio y
sintonizó una emisora en la que sonaba Ella se fue, del grupo de rap Los
Cuatro Fantásticos.
PRIMER DÍA MAX HARTMANN pg 62/195
MusicMaster
Kinto Sol - Ella Se Fue
Von Barneck se acercó a la puerta y la abrió de par en par.
—Señor comisario, he tenido mucho gusto en compartir ese whisky con usted.
Siga procurando que mi buen nombre no se vea mancillado. Estoy tan
expuesto a la opinión pública que reconozco que eso me importa más que
conocer la identidad del asesino de mi mujer.
—No vuelva a amenazarme nunca más —dijo tranquilamente Cüpper.
En la penumbra, los ojos de Von Barneck parecían dos lagos de metal fundido.
—Eso estuvo mal y lo siento sinceramente. Ahora debe disculparme, por favor.
Tengo cosas que hacer y, además, hay un concierto en el auditorio que no
quisiera perderme.
—¿Qué va a ver?
—La sinfonía del «Golpe de timbal».
—Sí —sonrió Cüpper sin ganas—. Ésa podría venirnos bien.
Una vez abajo, Schmitz lo acompañó hasta la puerta. El anciano parecía confuso.
Se disculpó ceremoniosamente por el poco tiempo del que disponía Von Barneck
y por su propia negativa a discutir acerca del carácter de su jefe. Cüpper calculó
que, pese a sus muchos años de servicio, Schmitz no sabía nada.
SEGUNDO DÍA FRITZ VON BARNECK pg 99/195
SEGUNDO DÍA FRITZ VON BARNECK pg 99/195
Stanford Symphony Orchestra
Haydn: Symphony No. 103 in E-flat major, "Drumroll," H. 1/103 Stanford Philharmonia, 2/11/17 Anna Wittstruck, conductor
La Sinfonía n.º 103 en mi bemol mayor, Hoboken I/103, es la undécima de la serie de doce sinfonías tituladas Sinfonías de Londres (números 93-104) compuesta por Joseph Haydn. Se conoce popularmente como el «Redoble de timbal», debido al prolongado redoble que efectúa el timbal al comenzar la obra. Sin embargo, la que también se denomina como la sinfonía del Golpe de timbal es la nº 94 en Sol mayor, mas conocida como La sorpresa, debido a que en el segundo movimiento, tras un comienzo piano, se escucha un súbito acorde fortissimo.
─Su abrigo ─dijo Schmitz.
─Gracias. No necesito abrigo. ─Von Barneck miró impaciente la hora─. ¿Dónde rayos se habrá metido el taxi?
─¿El paraguas quizá? Está lloviendo otra vez.
─Sí, no para de llover. Me lo llevaré.
─Cuando era pequeño, escuché la sinfonía del «Golpe de timbal» o «La sorpresa» ─comentó Schmitz, y fue a por un paraguas.
─¿Ah, sí? De eso debe de hacer una eternidad.
─Unos setenta años. Me quedé dormido.
SEGUNDO DÍA LA NOCHE pg 103/195
Top Classical Music
Haydn - Symphony No 94 G major (Surprise)
azalova
Copying Beethoven/cut HD - the best part of the movie
Cüper sonrió de satisfacción y la hizo esperar unos segundos.
─Si─dijo─. Quiero borrarla de la lista.
─Pues entonces, hágalo. Estuve toda la noche en el Stadtgarten. Ulli daba un concierto.
─¿Heavy metal?
─Swing. Cuando quiere sabe de todo ─dijo, e hizo una pausa─. En el escenario, quiero decir.
TERCER DÍA COMISARÍA pg 139/195
Black Sabbath
Black Sabbath - "Paranoid" Belgium 1970
Tolis Delta
Louis Prima - Sing,Sing,Sing (With a Swing)
El swing te obliga a mover la cabeza y los pies, se originó del jazz en la década de 1930
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